Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes

Arquitectónicamente, su planta es de trazado regular y su alzado sencillo y sin ornamentos en el exterior, salvo la fachada barroca de ladrillo. La iglesia, de una sola nave, presenta planta de cruz latina y está cubierta con bóvedas de cañón con lunetos y una cúpula hemisférica en el crucero. Detrás de la cabecera presenta una interesante capilla del sagrario, característica de todas las cartujas españolas. Desde el brazo oeste del crucero se puede acceder a la torre. La sala capitular y lo que queda de las galerías del claustro mantienen la sobriedad del conjunto.

Precisamente por esta sencillez llama todavía más la atención el interior de la iglesia, decorada con 2000 m2 de frecos pintados por fray Manuel Bayeu, quien profesó en esta misma cartuja. Se trata de 250 composiciones independientes, todas sobre la vida de la Virgen, las cuatro mujeres del Antiguo Testamento y las cuatro virtudes cardinales. Por ello, y por su intenso sentido escenográfico, suponen una de las más vastas e importantes obras murales del siglo XVII en Aragón.